El proyecto BEISA 2 realizó ayer martes la presentación de resultados alcanzados durante los tres años de ejecución, los mismos que han sido publicados y explicados en el acto de culminación del proyecto que fue financiado por la cooperación danesa y la Universidad de San Francisco Xavier.
Entre los objetivos del proyecto se destacan la implementación de un proceso investigativo a partir del enfoque de la biodiversidad y propiciar la formación académica. El área de acción diseñada fue la serranía del Iñao ubicada en el departamento de Chuquisaca, que desde hace algunos años es considerada área protegida de Bolivia, porque une, según el Decano de Agronomía Carlos Cáceres “como ningún otro lugar de Bolivia la eco región chaco, con la eco región amazónica y el bosque chiquitano”.
Se beneficiaron de este proyecto los municipios de Muyupampa, Monteagudo, Villa Serrano y Padilla, que participaron en los estudios que tienden a la conservación de la naturaleza y su biodiversidad.
Entre los actores que llevaron adelante el proyecto se destacan profesionales de universidades de Dinamarca, docentes y estudiantes de la Facultad de Agronomía, comunidades campesinas e indígenas de la zona, además de varias instituciones comprometidas con el desarrollo humano, es así que el BEISA 2 se constituye en un referente importante en la nueva política de conservación y protección de las áreas protegidas.
La serranía del Iñao tiene incalculables ecosistemas, paisajes, recursos genéticos, diversidad de fauna, recursos forestales maderables y no maderables, agua, cultura e historia, por eso, afirmó Cáceres, es un patrimonio de Chuquisaca y Bolivia, no sólo por su riqueza en recursos naturales, sino también por las culturas que habitan en dicha región las que conservan sus costumbres, valores y creencias.
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