PRESIDENTE DE LA ACADEMIA DE CIENCIAS DE BOLIVIA
EX PRESIDENTE DEL COMITÉ EJECUTIVO DE LA UNIVERSIDAD BOLIVIANA
Análisis concreto de lo que en este momento son las tendencias mundiales en términos de investigación y conocimiento refiriéndose al desarrollo de la biotecnología de la genética, de los órganos informáticos y del desarrollo comunicacional.
Sobre esa base se ha buscado, cuales son los problemas que tiene la Universidad y ha llegado a la conclusión de que la Universidad todavía no se ha insertado de manera concreta a los procesos de investigación de posgrado o doctoral como producto de una verdadera investigación de aporte al desarrollo del país y eso significa modificar el enfoque de la clase doctoral que nosotros lo hemos escolarizado; repetimos lo que se hace en pregrado y posgrado con clases, y la idea más bien es que los cursos constituyan un 20 por ciento del aprendizaje y la investigación un 80 por ciento, con un esfuerzo del doctorante y así su producto sea importante para el país.
También se han analizado varios elementos de la vida institucional universitaria que no hemos dado respuesta, respecto a la feminización, la interculturalidad y sus posibles soluciones a estas problemáticas.
En el tema del feminismo, “es necesario reconocer la presencia de las mujeres en el proceso de la enseñanza y el aprendizaje, toda vez que el 60 por ciento de la población universitaria es femenina, pero también ellas deben participar en la gestión y conducción de la universidad ahí creo que todavía estamos fallando”. Entonces esto de la feminización que se está dando se exprese en los niveles de gestión y de administración universitaria.
Respecto a la interculturalidad, se debe “reconocer esos saberes y costumbres para sistematizarlos de tal manera de que se construyan saberes que no se pierdan y no se distorsionen en el tiempo y sea una base también en la formación profesional de los bolivianos con un contenido fuerte de valores nuestros, para identificar cuál es nuestra pertenencia como bolivianos y no perdernos en esta nueva propuesta de 32 nacionalidades que nos quita el referente a muchos de nosotros que no pertenecemos a ninguna nacionalidad; esto significa bolivianizar a Bolivia y no se distorsione en nacionalidades que lo van fraccionando”.
Y por último se ha dado unas pautas muy concretas de cómo creemos que la Universidad pueda resolver estos aspectos muy importantes: “generando una base crítica, lograr una cantidad de doctores fruto de una proceso de intercambios, ponerle más esfuerzo en internacionalización y abrir una Universidad para los que siempre fueron marginados sobre la base de sus conocimientos y capacidades, luego, desarrollar las potencialidades de mallas curriculares vinculadas a las competencias personales dentro la estructura de las normas de la enseñanza y el conocimiento occidental vinculado al conocimiento ancestral sistematizado y se eviten los etnocentrismos”, porque no todos podemos generar, así hagamos un esfuerzo en el tiempo, un pensamiento aimara, por ejemplo, que se constituye la más fuerte dentro las 32 nacionalidades consagradas en nuestra ley magna, entonces si eso se evita podemos lograr un país pluricultural con una vivencia común.
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